domingo, 9 de mayo de 2010

otra persona muy importante para nosotras, Maria Ma



María Dominga Mazzarello o Madre Mazzarello (Mornés, Alessandria, 9 de mayo de 1837 - † Nizza Monferrato, Asti, 14 de mayo de 1881), fue una religiosa italiana con la cual Don Bosco fundó el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, conocidas también como "salesianas". Madre Mazzarello, como es más conocida dentro del mundo salesiano, fue su primera Superiora General desde el 29 de enero de 1872 hasta su prematura muerte en 1881. Su gran sencillez y su vida consagrada a la formación de la versión femenina del sistema preventivo de Don Bosco, le abrieron las puertas a la santidad, reconocida por la Iglesia Católica en 1951. La fundación de las salesianas fue una respuesta pastoral de Don Bosco a la necesidad de muchas jóvenes obreras o necesitadas que vivían las consecuencias de la revolución industrial en el Piamonte del siglo XIX y para lo cual Madre Mazzarello se unió con notable empeño.

El 5 de agosto de 1872 el padre Pestarino reunió a las Hijas de María Inmaculada para elegir la primera superiora y once jóvenes hacen los votos religiosos. No fue sencillo elegir a la superiora y María Dominga ni lo pensaba, pero era precisamente en ella en la que Don Bosco tenía su intención. Aceptó ser la Vicaria y por fin en 1874 llegó a ser la primera Madre General, aunque continúo a decir que era la Vicaria porque la superiora era María Auxiliadora. Desde entonces María Dominga sería conocida en la historia y en el mundo salesiano como Madre Mazzarello.

El 8 de septiembre de 1877, recibe una carta de Don Bosco para que las salesianas participen en las misiones en América. Son elegidas seis salesianas y Madre Mazzarello decide acompañarlas hasta Roma. Allí, el papa Pío IX, las recibió en audiencia privada.

En la historia salesiana suele resaltarse la carencia de estudios de Madre Mazzarello y, aunque ello es cierto, Don Bosco fue sin duda un visionario y ella una mujer que demostraría bien pronto como superiora del nuevo Instituto la sabiduría pragmática del campesino unida a su carácter decidido y al evidente conocimiento y práctica de los valores cristianos. De Madre Mazzarello se conservan sus cartas, anécdotas e innumerables pensamientos dichos a las primeras hermanas que serían celosamente conservadas por la tradición salesiana y que contribuirían a conocer la personalidad de la piedra angular del Instituto de Hijas de María Auxiliadora.

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